Aparición de un nuevo texto sobre la Kaverno di Zaratustra

Un artículo del diario de Viena Der Tag del 4 de enero de 1925

Der Tag, Wien, 04.01.1925

En él se menciona a Filareto (Filoreto) y también a Karl Uhlik. Se trata de un artículo del diario de Viena Der Tag del 4 de enero de 1925. A continuación el texto traducido.

La Caverna di Zaratustra. Cuando unos anarquistas “ocupan” la casa de una pobre señora mayor

En la colonia “Eden” en Hütteldorf vive una viuda de 50 años. Cuando se constituyó la cooperativa de viviendas ella y su marido, que a la sazón era funcionario de la compañía de navegación de vapores del Danubio (DonaudampfschiffahrtsGesellschaft), fueron prácticamente socios fundadores. Cuando él falleció ella quedó con una pequeña pensión y una casita con jardín en la colonia. La cooperativa le construyó una de esas pequeñas casas básicas, a pesar de que no tenía todavía derecho a ello por la suspensión de los créditos estatales y municipales correspondientes. Se trataba de una especie de agradecimiento en recuerdo de su marido y también porque ella siempre había sido una vecina verdaderamente buena y solidaria, así como un socio ejemplar de la cooperativa. Además, ambos habían invertido todos sus ahorros en la colonia.

La señora Kluger es una mujer sencilla, seguidora de las ideas de Pierre Ramus, el apóstol de la no violencia. Siempre había deseado llevar una vida en comunidad, y cuando la vida en la colonia se fue alejando con el paso de los años de los ideales de una comunidad cooperativa, soñó con contribuir con sus modestos recursos a la fundación de una célula de vida comunitaria. Los trabajos más pesados en el huerto afectaban negativamente su salud, ya precaria, de manera que acogió de buen grado a los dos jóvenes alemanes que se presentaron en su casa para vivir en ella, dispuestos a hacer los trabajos de jardinería mientras ella les daba albergue y cocinaba para ellos.

A estos dos jóvenes, Karl Uhlik y Erich Kramp se les sumó pronto nueva compañía. Al cabo de poco tiempo se albergaba ya en casa de la señora Kluger todo un grupo de jóvenes anarquistas comunistas alemanes, y entre ellos también uno de más edad.

No se sabe bien cómo se llama este hombre de entre 40 y 50 años de edad. Se hace llamar “Filoreto” (sic), pero también Dr. Goldberg o Dr. Hacker. Es el fundador, organizador y dirigente de una comunidad anarco-comunista que se llama

La Caverna di Zaratustra (sic).

Estos cavernícolas zaratústricos viven en comunidad de bienes, amor, matrimonio e hijos y tienen dos implantaciones además de en la colonia “Eden”. Una está en Hütteldorf (quiere decir probablemente Düsseldorf, n. trad.), la otra en Berlín. Filoreto expone que en conjunto tienen 14 niños y que consideran su tarea principal ocuparse del mantenimiento, crianza y educación de estos niños de la caverna.

Filoreto ocupó y se hizo dueño junto con sus seguidores de la casita de la señora Kluger. Al cabo de poco aparecieron una o dos mujeres más y lo que ocurrió a continuación no se sabe a ciencia cierta. Lo que se sabe es que la señora Kluger recibió amenazas físicas y se vio sometida a tal maltrato que acabó huyendo de su pequeña casa.

Hace ya tres meses que fue expulsada de su hogar y no se atreve a regresar.

Cuando se le preguntó a Filoreto cómo justificaba actitud violenta contestó: “Vivimos en comunidad de bienes; quien no se someta a nuestras reglas que se vaya.” Cuando se le preguntó de qué reglas se trataba replicó: “Solo reconocemos dos principios: la razón y el amor humanos”.

Sonriendo prosiguió: “Pero empiezo a dudar de la razón humana, y lo del amor tampoco es para tanto.”

Por contra se pronunció enérgicamente contra el rumor según el cual él había tenido que huir de Alemania por estar amenazado de pena de prisión por delitos en su ejercicio como médico.

Este rumor y otros, incluyendo la sospecha de que los cavernícolas habrían asesinado a la señora Kluger, pues no se había sabido de ella durante semanas, han seguido circulando.

La señora Kluger está viva. Pero no tiene donde vivir y está desesperada. Ha estado durmiendo en casa de amigos, pero ya no quiere seguir abusando de esa hospitalidad. Por la noche toma un tren para no tener que dormir en la calle.

Algunas conclusiones

De la lectura del artículo del diario vienés hemos sacado las siguientes conclusiones:

Finalmente tenemos prueba de que existió un grupo de la Kaverno en Viena. Goldberg habló de ello en diversas ocasiones (lo mencionó por ejemplo en su carta a Hardegger en 1925). Adolf Mosch también había contado en sus memorias que pasó una temporada con el grupo de Viena.

Una de las dos personas que Filareto envió a Viena a iniciar la comuna se llama Karl Uhlik, que es descrito como un “joven compañero alemán”. Es una prueba más de que se trata de la persona que habíamos llamado anteriormente Carl Uhrig. Con ese dato intentaremos seguir precisando su identidad. Según eso no era suizo, como figura en el acta de defunción de 1970 en Moca. Pero si coincide en lo de la juventud, ya que según esa acta habría nacido en 1902, luego en 1924 tenía 22 años. La forma en que escribe su nombre el periódico coincide con la de Moca. Carl en lugar de Karl no parece relevante en este contexto. Tampoco debe molestar el que en la cédula de identificación personal dominicana figure el segundo apellido, que no se usa en Alemania. 

Las características del “grupo de Viena” y la historia de su fundación son una muestra preocupante de los métodos que usaba Goldberg para cumplir su sueño de dirigir una comuna internacional. No sabemos cómo llegaron a casa de la “pobre señora mayor”, pero es de suponer que apareciera su nombre en la revista de Pierre Ramus, de quien era seguidora. Sabemos que Filareto recibía la publicación periódica de este anarquista partidario de la no violencia y de la vida comunitaria, Erkenntnis und Befreiung. Así pueden haber conocido el interés de la señora Kluger de organizar una comuna.

En el artículo, publicado en enero de 1925, se dice que Goldberg llevaba ya varios meses en Viena, probablemente desde septiembre 1924. Desconocíamos ese dato, pero es posible que hubiera huido de Alemania antes de lo que pensábamos. De ahí se fue a Francia, donde lo tenemos ubicado en París en la primavera de 1925. Posteriormente estuvo organizando desde Francia el traslado de las dos comunas, la de Berlín y la de Düsseldorf, al lugar donde se establecieron en la primavera de 1926, en Tourrettes-sur-Loup.

No sabemos qué otras personas aparte de las mencionadas estuvieron en Viena y hasta cuando. Suponemos que volvieron a Alemania pronto. Tampoco sabemos a qué dos mujeres se refiere el artículo.

ST 05.24